En 2009, desarrollé una conexión entre la Eurorregión Pirineos Mediterráneo y la Eurorregión Báltico. Esto se hizo gracias a la inscripción en el Programa de Desarrollo de Capacidades para las autoridades locales de la zona del Báltico Meridional, como experto de acceso a la financiación de la UE.
En aquel momento, la Eurorregión Pirineos-Mediterráneo ya era un actor consolidado para las acciones transfronterizas en el ámbito de la cultura. Por otro lado, la Eurorregión Báltica era un actor relevante en el ámbito de la sostenibilidad medioambiental.
La asociación promovió una serie de actos conjuntos en Francia y Suecia, así como una solicitud de proyecto al programa Interreg Europe.